La reelección alcanzada por Gustavo Valdés, como gobernador de Corrientes, sorprendió a propios y a extraños por la abismal diferencia de votos que obtuvo el mandatario. El candidato de ECO+Vamos cosechó más del 75% de los votos emitidos y muy por debajo quedó el dirigente peronista Fabián Ríos. Cuando se conocieron los resultados que confirmaron el amplio triunfo, el precandidato a diputado bonaerense Facundo Manes, el gobernador jujeño, Gerardo Morales, y el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, aparecieron en el escenario de los festejos para fundirse en un abrazo con Valdés. Aunque el triunfo en la provincia mesopotámica haya correspondido a Juntos por el Cambio, desde un primer momento, la dirigencia radical marcó su impronta y preponderancia dentro del espacio.
A través de las redes sociales referentes del PRO enviaron mensajes de algarabía y respaldo: “Querido Gustavo, felicitaciones por el justo reconocimiento a tu trabajo y el de todo el equipo. Corrientes demostró hoy un profundo compromiso con la democracia”, escribió el ex presidente Mauricio Macri en su cuenta oficial de Twitter.
Este escenario puede servir como antesala de las tensiones que se resolverán el próximo 12 de septiembre, sobre todo en aquellas jurisdicciones donde el principal espacio opositor al Gobierno nacional tiene internas y su dirigencia parece discutir sobre quién comandará dicho espacio.
Inyección de esperanza
El legislador tucumano José María Canelada reconoció que la victoria de Valdés se vivió “naturalmente” como propia dentro de las filas de la UCR. “El triunfo es de todo el frente, pero con el radicalismo a la cabeza y eso nos anima, nos inyecta una profunda esperanza”, sostuvo.
Además, el dirigente remarcó que los resultados registrados en las elecciones de Corrientes, Salta y Jujuy marcan el “rumbo de un país que rechaza enfáticamente al kirchnerismo en las urnas”. Y agregó: “Estoy convencido que este fenómeno se manifestará en Tucumán porque hay fastidio. La pelea del oficialismo demuestra que los dirigentes que encabezan las listas se pelean por sus intereses. Hay una agenda mezquina que tiene que ver con quien se sienta en la gobernación en 2023 y no con los problemas cotidianos que tienen los vecinos”.
Lejos de divisiones o grietas dentro de la coalición, Canelada habló de “tensiones propias de una contienda electoral” entre las tres listas que competirán en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Alineado con la lista Cambiemos Juntos que impulsa las candidaturas de José Cano y Silvia Elías de Pérez, el legislador enfatizó: “Tenemos matices y es razonable que se expongan en este marco. Dentro de Juntos por el Cambio, los tucumanos tendrán que elegir entre opciones que no son iguales”.
También desde la perspectiva radical, el concejal de Yerba Buena Rodolfo Aranda compartió el balance que los resultados de los últimos comicios provinciales demuestran “un desgaste del kirchnerismo” y vaticinó que para el Gobierno nacional no será fácil recuperarse de la elección de medio término, de cara al 2023.
Aranda, que ahora remplaza interinamente a Mariano Campero en la intendencia de la localidad, también reconoció que dentro del frente hay “diferencias”, de cara a las internas, y mencionó un “empate técnico” de las tres listas, el próximo 12 de septiembre. “Ninguna logrará un triunfo contunde y necesitará de las otras. Los tucumanos nos exigen estar unidos, esto lo palpamos a diario cuando recorremos la provincia. Allí observamos una gran paridad”, indicó.
“Sin grietas”
Ramiro Beti, precandidato a diputado nacional por Juntos para Construir, reconoció que el radicalismo copó la parada sobre el triunfo de Valdés en Corrientes, pero a pesar de ello expresó que Juntos por el Cambio mantiene una sana convivencia en Tucumán y a pesar de las diferencias mantienen postergado el debate sobre quién conducirá el espacio en el futuro.
“Si queremos tener un Juntos por el Cambio fuerte necesitamos de la capacidad de los dirigentes para entender que con un partido solo no alcanza y tenemos que conservar y consolidar el espacio que se mantuvo después de la derrota de 2.019” exaltó el dirigente del PRO. Y destacó: “Hasta el momento es una disputa normal sin mayores problemas. Más allá de que se debaten ideas y haya competitividad, cada uno hizo campaña con sus propias virtudes. Y eso es bueno para poder estar, sin grietas, trabajando juntos el 13 de septiembre”.
La vicepresidenta segunda del PRO, Carla Porta, compartió la visión de Beti sobre la convivencia interna que mantienen las tres líneas internas. “El desafío es pasar el 12 de septiembre y después de esa fecha representar de la mejor manera el frente. La gente espera que los representemos desde las distintas vertientes, pero con el objetivo de defender la república y las instituciones”.
Finalmente, la referente partidaria pronosticó “una gran elección” para Juntos por el Cambio a raíz del “voto castigo que recibirá el Gobierno por todo lo que hizo mal durante la pandemia”.